RESUMEN:
Origen, sentido e importancia del adagio: QUIDQUID RECIPITUR AD MODUM RECIPIENTIS RECIPITUR
TEXTUAL:
C. Este adagio, muchas veces aducido en diferentes formas universales o particulares hasta nuestros días (el más común: QUIDQUID RECIPITUR AD MODUM RECIPIENTIS RECIPITUR), se atribuía en bastantes ocasiones a Boecio, algunas al seudo Dionisio y otras a Aristóteles ?posiblemente por atribuírsele la autoría del LIBER DE CAUSIS?. No obstante, sobre todo en su formulación más universal, proviene directamente del LÍBER DE CAUSIS, y a éste suele remitir Sto. Tomás en sus citas expresas. El conocimiento intelectivo de la realidad material no se produce en virtud de una semejanza física entre el cognoscente y lo conocido; al contrario, se realiza en virtud de la inmaterialidad del sujeto que conoce; pero en su asimilación del objeto hace a éste semejante a sí, al recibirlo no en su entidad física, sino de un modo inmaterial. Las consideraciones posteriores sobre la necesidad del entendimiento agente y su función abstractiva, y sobre las «especies » o representaciones cognoscitivas, tienen su fundamentación en este principio.
FUENTE:
Fernando SORIA HEREDIA, nota a Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.84, a.1
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
CLAVES: Conocimiento > Estructura del conocimiento humano > Según el recipiente