RESUMEN:
Cuanto más inmaterialmente se posee la forma de lo conocido más perfectamente se conoce
TEXTUAL:
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Por lo tanto, hay que concluir que los objetos materiales conocidos están en quien conoce no materialmente, sino, más bien, inmaterialmente. Esto es así porque el acto del entendimiento comprende los objetos que están fuera de quien conoce, ya que es evidente que conocemos lo externo a nosotros. Ahora bien, POR LA MATERIA LA FORMA ESTÁ DETERMINADA A UN SER ÚNICO Y CONCRETO. POR ESO ES EVIDENTE QUE LA RAZÓN DE LA MATERIALIDAD Y DEL CONOCIMIENTO SON OPUESTOS. De este modo, los seres que reciben sólo materialmente las formas de otros seres, no pueden conocer de ningún modo, como, por ejemplo, las plantas, tal como se dice en el II libro DE ANIMA 12. En cambio, CUANTO MÁS INMATERIALMENTE UN SER POSEE LA FORMA DE LO CONOCIDO, MÁS PERFECTAMENTE CONOCE. Por eso el entedimiento, que abstrae la especie inteligible no sólo de la materia, sino también de las condiciones materiales individuantes, conoce más perfectamente que los sentidos, los cuales reciben su forma de lo conocido sin su materia, pero con sus condiciones materiales. De entre los sentidos, el de la vista es el más capacitado para conocer, porque, como dijimos ya (q.78 a.3), es el menos material. Entre los entendimientos, cuanto más inmaterial, más perfecto.
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COMENTARIO:
Ojo, lo que está en mayúsculas lo he puesto yo.
FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.84, a.2, s.
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
CLAVES: Conocimiento > Estructura del conocimiento humano > Según el recipiente