RESUMEN:
La inteligencia es luz divina en nosotros pero de modo distinto a como las cosas son `iluminadas` por la sabiduría divina. En el texto citado Sto. Tomás explica cómo es derramada la sabiduría sobre las cosas creadas en general.

TEXTUAL:
El que es instruido por un hombre no recibe inmediatamente la ciencia de las especies inteligibles que se aposentan en la mente de éste, sino que las recibe por medio de palabras sensibles, como signos de los conceptos mentales. Y como las palabras formadas por el hombre son signos de su ciencia intelectual, así las cosas creadas por Dios son signos de su sabiduría. Por eso se dice en Eclo 1,10 que Dios derramó su sabiduría sobre todas sus obras. Luego, así como es más noble ser instruido por Dios que por los hombres, así también es más excelente alcanzar la ciencia a través de las criaturas sensibles que mediante la enseñanza de los hombres.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma Teologica III, Ed.BAC, 2002 Madrid q.12, a.3, ad.2

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma Teologica III Ed. BAC, Madrid, 2002 (1223)