RESUMEN:
el conocimiento sensitivo de los animales tiene como única finalidad la satisfacción de su instinto natural de conservación propia y de su especie; en cambio, el conocimiento sensitivo del hombre es instrumental para el conocimiento intelectual, en el que puede gozarse como fin propio

TEXTUAL:
III. 19, §404. Muestra que esos deleites de los sentidos no convienen por sí a los demás animales sino por accidente. En el resto de los animales no hay deleite según los tres sentidos aludidos sino por accidente, es decir, en orden al gusto y al tacto. Lo muestra primero, en el sentido del olfato. Los perros no se deleitan en el olor de las liebres en razón del olor mismo, sino del alimento que esperan, del que huelen su olor. Segundo, muestra lo mismo en el sentido del oído. Dice que el león no se deleita en el bramido del buey, sino en su acción de comer, cuya cercanía conoce por el bramido. Por tanto, parece gozar por la voz del buey. Pero sucede por accidente. Tercero, muestra lo mismo en la visión. Dice que tampoco el león cuando encuentra un ciervo o una cabra a la que llama cabra salvaje, se deleita por verlos, sino por la esperanza de obtener comida.

La razón es porque el apetito de los otros animales es movido sólo por el instinto natural. Por eso, no se deleitan sino en lo que pertenece al sustento de su naturaleza, en razón de la cual les son dados tales sentidos. Pero a los hombres les son dados por el conocimiento de lo sensible, a partir del cual se avanza al conocimiento de la razón, que mueve su apetito. De ahí que el hombre se deleite en la consonancia misma de lo sensible considerado en sí mismo, aun cuando no se ordene al sustento de su naturaleza.

[el conocimiento sensitivo de los animales tiene como única finalidad la satisfacción de su instinto natural de conservación propia y de su especie; en cambio, el conocimiento sensitivo del hombre es instrumental para el conocimiento intelectual, en el que puede gozarse como fin propio]

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed.EUNSA, 2001 Pamplona III. 19, §404

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)