RESUMEN:
Ratzinger cuenta una anécdota que le sucedió en 1978, en la que refleja la importancia de que los cristianos anunciemos a Cristo, y no nos quedemos sólo en la labor social
TEXTUAL:
p.167 [Ratzinger cuenta una anécdota que le sucedió en 1978, en la que refleja la importancia de que los cristianos anunciemos a Cristo, y no nos quedemos sólo en la labor social] anécdota de 1978. «No hace mucho tiempo, recibí la visita de dos obispos sudamericanos, con quienes hablé tanto de proyectos sociales como de sus experiencias y fatigas personales. Me hablaron de la intensa campaña de propaganda desarrollada en aquel país tradicionalmente católico por las cien confesiones cristianas reformadas [allí presentes], que estaban cambiando el panorama religioso de aquella nación. La conversación derivó hacia una curiosa anécdota que ellos consideraban sintomática y que les llevó a hacer examen de conciencia sobre el rumbo que había tomado la Iglesia en Sudamérica desde finales del concilio. Me contaron que unos delegados de una aldea visitaron al obispo, para comunicarle que se habían pasado a una comunidad evangélica. Aprovecharon la ocasión para agradecerle todos sus esfuerzos sociales, todas esas cosas tan bonitas que habían hecho por ellos en todos esos años y que sabían apreciar. "Pero además necesitamos -añadieron- una religión, y por eso nos hemos hecho protestantes"»[Teoría de los principios teológicos (1982), Herder, Barcelona, 1985, p.157]
FUENTE:
BLANCO, Pablo: Joseph Ratzinger (Libro) , , Ed.Eunsa, 2004 Pamplona 167
FUENTE AMPLIADA:
BLANCO, Pablo: Joseph Ratzinger Ed. Eunsa, Pamplona, 2004
CLAVES: Cristianismo > Difusión del cristianismo > Suscitar la relación con Dios