RESUMEN:
«No glorificamos a Dios cuando creemos que e ofrecemos algo (¡como si eso no fuera suyo!), sino cuando aceptamos lo que él nos da y lo reconocemos como único Señor». La entrega, el sacrificio cristiano, no consiste en que damos la vida a Dios, sino en que Él nos da la suya.
TEXTUAL:
p. 237 No glorificamos a Dios cuando creemos que e ofrecemos algo (¡como si eso no fuera suyo!), sino cuando aceptamos lo que él nos da y lo reconocemos como único Señor. Lo adoramos cuando abandonamos la ficción de que somos autónomos y contrincantes suyos, siendo así que sólo podemos ser en Él y desde Él. El sacrificio cristiano no consiste en que le damos a Dios algo que no podría tener sin nosotros, sino en que recibimos lo que nos da, en que le dejamos que nos dé algo. El sacrificio cristiano consiste en dejar que Dios haga algo en nosotros.
FUENTE:
RATZINGER, Joseph: Introducción al cristianismo (Libro) , , Ed.Sígueme, 2005 Salamanca 237
FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: Introducción al cristianismo Ed. Sígueme, Salamanca, 2005 (1968)
CLAVES: Cristianismo > Santidad del cristiano > Entrega