RESUMEN:
El odio puede nacer de la ira o de la envidia. Nace de la ira cuando aquél que la provoca produce una lesión a quien luego le odia por eso. Nace de la envidia en cuanto que el bien de la persona a quien se envidia se percibe como un impedimento para la propia excelencia. De manera semejante podemos decir de la murmuración, detracción, de regocijarse en la adversidad, que tanto pueden surgir del odio como de la envidia.
TEXTUAL:
Ob. 3. A cualquier vicio capital se le asignan hijas. Pero la envidia no parece tener hijas; pues Gregorio en el libro XXX de sus Morales, designa cinco hijas, que son el odio, la murmuración, la detracción, el regocijarse en la adversidad, y afligirse en la prosperidad; de las cuales, ninguna parece ser hija de la envidia: pues el odio más bien nace de la ira; mas la murmuración, la detracción y el regocijarse en la adversidad proceden del odio; y el afligirse en la prosperidad parece ser lo mismo que la envidia. Luego, la envidia no es pecado capital.
Ad. 3. A LO TERCERO debe decirse que nada impide que los mismos vicios surjan de diversos vicios según razones diversas. Luego, el odio nace de la ira en cuanto que aquel que provoca la ira, produce una lesión; mas nace de la envidia en cuanto que el bien de aquel a quien se envidia, es aprehendido como impeditivo de la propia excelencia. De manera semejante, además, la murmuración, la detracción y el regocijarse en la adversidad, surgen del odio en cuanto todas ellas disminuyen todo bien de su enemigo y procuran todo su mal; mas todas ellas proceden de la envidia en cuanto que buscan remover la excelencia del mismo. Y la aflicción en la prosperidad es de algún modo la envidia misma, y de algún modo hija suya; pues según que alguien se entristece de la prosperidad del otro, oponiéndose a la excelencia singular de éste, así es la envidia misma; pero según que alguien se entristece de la prosperidad del otro, de modo que ello sucede contra el intento de aquél de impedir la prosperidad de éste, entonces es hija de la envidia.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.10 [Sobre la envidia], a.3 [Si la envidia es pecado capital]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Envidia