RESUMEN:
No es lo mismo el celo que la envidia: «hay envidia cuando alguien se entristece de que el prójimo tenga los bienes que él no tiene; mas hay celo cuando alguien se entristece de que él mismo no tenga los bienes que el prójimo tiene». Tener celo es bueno porque nos ayuda a ser mejores, en cambio la envidia siempre es mala.

TEXTUAL:
11. Parece que es más grave envidiar los bienes espirituales de alguien, que sus bienes corporales. Pero envidiar los bienes espirituales no es pecado; pues dice Jerónimo en su "Epístola a Leda" sobre la instrucción de la hija: "que tenga compañeras de las cuales aprenda, a las cuales envidie, y por las cuales se aparte de las alabanzas". Luego, la envidia no es pecado.

11. A LO UNDÉCIMO debe decirse que en el libro II de la Retórica [c.11, 1388 a], dice Aristóteles al distinguir entre celo y envidia: "Tener celo por las cosas buenas pertenece a los virtuosos, mas la envidia es propia de los malvados". En efecto, el que actúa con celo se prepara a sí mismo para obtener bienes, debido a que aspira a ellos, mas el envidioso se prepara a sí mismo para que el prójimo no los obtenga, debido a la envidia: pues hay envidia cuando alguien se entristece de que el prójimo tenga los bienes que él no tiene; mas hay celo cuando alguien se entristece de que él mismo no tenga los bienes que el prójimo tiene. Y Jerónimo, al hablar ahí toma la envidia como celo. Pues es laudable que aquel que aprende se disponga a aprender lo que otro, según aquello del Apóstol en I Corintios, XII, 31: "Aspirad a los mejores dones".

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.10 [Sobre la envidia], a.1 [Si la envidia es pecado]

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)