RESUMEN:
Los bienes materiales proporcinan la felicidad por el amor natural que uno tiene hacia sí mismo, y por extensión hacia aquello que se relaciona con uno mismo
TEXTUAL:
Los objetos de las operaciones [entendidos como bienes distintos de la acción] no son deleitables sino en cuanto se nos unen, bien por el conocimiento solamente, como cuando nos deleitamos en la consideración u observación de algunas cosas; o bien de cualquier otro modo juntamente con el conocimiento, como cuando alguien se deleita en conocer que posee un bien cualquiera, como riquezas u honor o algo semejante, los cuales, ciertamente, no serían deleitables si no se aprehendiesen como poseídos. Pues, como dice el Filósofo en II Polit.5, gran delectación hay en juzgar algo como propio, la cual procede del amor natural de uno a sí mismo. (...)
FUENTE:
Suma Teologica, I-II q.32, a.1, ad.1
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989
CLAVES: Felicidad > Bien creado y felicidad > Bienes materiales y felicidad