RESUMEN:
Los que ponen la felicidad en el honor: se equivocan, pues el honor depende del que honra y no de quien es honrado, y además el honor se supedita a la obra virtuosa en sí misma.
TEXTUAL:
I, 5, §34. (...) Tal vez como el fin de toda la vida política parece ser el honor que se otorga como un premio a los que obran bien en esa vida política, es probable que a los que cultivan la vida política les parezca que la felicidad consiste en el honor.
I, 5, §35. (...) por dos razones reprueba esta opinión. La primera sostiene que frente a la razón asignada de felicidad, interpretamos o conjeturamos que ésta es cierto bien, propio del hombre que es feliz, puesto que le es muy entrañable y difícilmente puede serle quitada. Esto no corresponde al honor, que parece consistir más bien en cierto acto del que honra y en su poder, que en un acto del que es honrado. Luego, el honor es algo más extrínseco y superficial que el bien que buscamos, o sea, la felicidad.
I, 5, §36. (...) La segunda razón es la siguiente. La felicidad es algo óptimo, que no se busca por otra cosa. Pero del honor hay algo mejor, aquello por lo cual éste es buscado. Pues los hombres parecen también buscar el honor para obtener una sólida opinión de sí mismos: la de que son buenos, y la de creerlo por la opinión de los demás. Por esto, buscan ser honrados por los prudentes, que poseen un juicio recto, y por aquellos que los conocen y que mejor pueden juzgarlos. Buscan ser honrados en cuanto a la virtud, por la cual alguno es bueno, como se dirá en el libro segundo. De esta manera, la virtud es mejor que el honor, pues por ella se busca el honor. Luego, la felicidad no consiste en el honor.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco (Libro) , , Ed., I, 5
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Comentario a la Ética a Nicómaco Ed. EUNSA, Pamplona, 3000 (2000)
CLAVES: Felicidad > Honor y felicidad