RESUMEN:
«si hay muchos agentes ordenados entre sí, es necesario que las acciones y los movimientos de todos estos agentes estén ordenados al bien del Primer Agente, como el fin último»
TEXTUAL:
Capítulo 103: La bondad divina no sólo es causa de las cosas, sino también de todo movimiento y operación
§204. Además, si hay muchos agentes ordenados entre sí, es necesario que las acciones y los movimientos de todos estos agentes estén ordenados al bien del Primer Agente, como el fin último. Si los agentes inferiores son movidos por un agente superior, y como todo motor imprime su movimiento en relación a su fin propio, las acciones y los movimientos de los agentes inferiores tienden al fin del Primer Agente; del mismo modo que en un ejército las acciones de todos los cuerpos convergen a un fin último, la victoria, que es el fin del general. Antes hemos demostrado (cap. 3) que el primer motor y agente es Dios, y que su fin no es otra cosa que su bondad (cap. 32); luego es preciso que todas las acciones y movimientos de las criaturas, cualesquiera que sean, tengan por fin la bondad divina, no para causarla y producirla, sino para adquirirla o apropiársela a su manera, participando en cierto modo de su semejanza.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología (Libro) , , Ed.Rialp, 1980 Madrid Libro I: [Sobre la Fe]; Parte I: [Sobre Dios uno y Trino]; Tratado III: [Sobre las obras de Dios], Secc.2ª [Sobre el gobierno del mundo]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)
CLAVES: Fin último de todo lo creado > Es Dios mismo