RESUMEN:
Según Sto. Tomás el hombre tiene como fin último ontológico (el fin que "viene de fábrica") una natural ordenación a Dios como a SU BIEN PROPIO. Pero intencionalmente puede tender a Dios por ser Él quien es.
TEXTUAL:
Ob2. Más aún. Lo que es la razón de ser de algo, le es superior. Pero con amor natural un ser ama a otro por razón de sí mismo, ya que cada cual ama alguna cosa ?en cuanto? que es un bien para él. Por lo tanto, el ángel no ama con amor natural más a Dios que a sí mismo.
ad2. A la segunda hay que decir: Cuando se dice que Dios es amado por el ángel en cuanto que es para él un bien, si la expresión "en cuanto" implica la razón de fin, la proposición es falsa, porque naturalmente el ángel no ama a Dios por el propio bien, sino por el mismo Dios. Si, por el contrario, implica la razón de amor por parte del que ama, es verdadera, porque no estaría en la naturaleza de un ser el que amase a Dios si no fuera porque depende del bien que es Dios.
COMENTARIO:
La consideración que hace el Aquinate sobre los ángeles puede servir para el hombre. Sto. Tomás explica que el amor que los ángeles tienen a Dios se fundamenta ontológicamente en que han sido creados para Dios y tienden a Él como a su bien. Pero desde el punto de vista intencional tienden a Dios por Él mismo, aunque ontológicamente tiendan a Dios porque constitutivamente están referidos a Él por Dios, y por ello en dicha tendencia está su bien.
FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, [trad. BAC Maior, 2001] q.60, a.5
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
CLAVES: Fin último del hombre > Fin último objetivo y subjetivo