RESUMEN:
Dios dispuso que la naturaleza humana tuviera por fin la vida eterna, pero no de modo que el hombre la hubiera de conseguir con sus propias fuerzas, sino mediante el auxilio de la gracia. Y es así como sus actos pueden merecer la vida eterna.
TEXTUAL:
Dios dispuso que la naturaleza humana tuviera por fin la vida eterna, pero no de modo que el hombre la hubiera de conseguir con sus propias fuerzas, sino mediante el auxilio de la gracia. Y es así como sus actos pueden merecer la vida eterna.
COMENTARIO:
Sto. Tomás no se cansa de repetir que la gracia de Dios es la vida Eterna, parafraseando Rom, 6,23. Y Dios dispuso que la naturaleza humana tuviera por fin la vida eterna, pero no de modo que el hombre la pudiera conseguir con sus propias fuerzas, sino mediante el auxilio de la gracia.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II (Libro) , , Ed.Biblioteca de Autores Cristianos, 1989 Madrid q.113, a.1, ad.2
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989
CLAVES: Fin último del hombre > Ley, gracia y fin último