RESUMEN:
Lo que distingue a la fortaleza de la templanza es que aquella resiste ante los peligros de muerte; en cambio la templanza resiste ante las molestias derivadas de la falta de deleites del tacto
TEXTUAL:
ob3.[por la que parece que el ayuno no es un acto de la abstinencia] Y también: la abstinencia es una parte de la templanza, como ya vimos (q.143 a.1; q. 146 a.1 ad 3). Ahora bien: la templanza es distinta de la fortaleza, y es propio de ésta el soportar las molestias, lo cual parece que se cumple ampliamente en el ayuno. Luego éste no es acto de la abstinencia.`
Ob 3. A la tercera hay que decir. No es propio de la fortaleza, en cuanto virtud especial, sobrellevar toda clase de molestias, sino sólo aquellas que van unidas al peligro de muerte. Ahora bien: el soportar las molestias derivadas de la falta de deleites del tacto pertenece a la templanza y a sus partes. En esta dase de molestias está incluido el ayuno.
FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.147, a.1, ad.3
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Fortaleza > Templanza y fortaleza