RESUMEN:
El hombre es imagen de Dios en cuanto que en su mente está impresa la imagen de Dios, no en cuanto que Dios sea semejante al hombre. Por lo tanto el sexo masculino como el femenino son igualmente imagen de Dios
TEXTUAL:
ob 1: 1. Dice el Apóstol en 1 Cor 11,7: El varón es imagen de Dios. Pero el varón no es sólo mente. Por lo tanto, la imagen de Dios no se considera sólo en cuanto a la mente.
ad 1. A la primera hay que decir: El hombre es imagen de Dios, no en cuanto que él mismo sea esencialmente imagen, sino en cuanto que en él está la imagen de Dios impresa en su mente; así como se dice que el denario es la imagen del César por llevar su imagen. Por lo tanto, no debe tomarse la imagen de Dios en cuanto a todas las partes del hombre.
ad2: (...)Así, hay que decir: La Escritura, después de decir Lo creó a imagen de Dios, añadió: Los creó macho y hembra, no para que se tome la imagen de Dios de la distinción de sexos, sino porque esta imagen divina es común a ambos sexos, puesto que se da por la mente, en la que no hay distinción de sexos. Por eso el Apóstol en Col 3,10, después de decir según la imagen de su Creador, añade: Para el que no hay macho ni hembra.
FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I [trad. BAC Maior, 2001] q.93, a.6, ob.1 y ad.1, ad.2
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
CLAVES: Imagen > Hombre como imagen de Dios