RESUMEN:
La relación entre signos y símbolos se amplía y altera a través del texto que se aleja de consición intersubjetiva del diálogo, en el cual se hace notar que la intensión del autor ya no está inmediatamente dada sino que se debe descifrar a través al tiempo que se descubre el significado del texto mismo. Así pues, Ricoeur reconoce que el desciframiento dela intensión del autor se ha convertido en un problema hermenéutico.
TEXTUAL:
(...). El rodeo a través de los signos y de los símbolos se amplía y se altera a la vez en virtud de esta mediación a través de los textos que se alejan de la condición intersubjetiva del diálogo. La intención del autor ya no está inmediatamente dada, como pretende estarlo la del hablante cuando se expresa en forma sincera y directa. Debe ser reconstruida al mismo tiempo que el significado del propio texto, como el nombre propio que se da al estilo singular de la obra. Ya no se trata de definir la hermenéutica mediante la coincidencia entre el espíritu del lector y el espíritu del autor. La intención del autor, ausente en su texto, se ha convertido en sí misma en un problema hermenéutico. En cuanto a la otra subjetividad. La del lector, es al mismo tiempo el fruto de la lectura y el don del texto, y portadora de las expectativas con las que ese lector aborda y recibe el texto. Por consiguiente, no se trata tampoco de definir la hermenéutica mediante la supremacía de la subjetividad del que le por sobre el texto, es decir mediante una estética de la recepción. No servirá de nada reemplazar una intentional fallacy (falacia intencional) por un affective fallacy (falacia afectiva). Comprenderse es comprenderse ante el texto y recibir de él las condiciones de un sí mismo distinto al yo que se pone a leer. Ninguna de las dos subjetividades, ni la del autor, ni la del lector, tiene pues prioridad en el sentido de una presencia originaria de uno ante sí mismo.
Una vez liberada de la supremacía de la subjetividad, ¿cuál puede ser la primera tarea de la hermenéutica? A mi juicio, buscar en el texto mismo, por una parte, la dinámica interna que rige la estructuración de la obra, y por otra, la capacidad de la obra por proyectarse fuera de sí misma y engendrar un mundo que sería verdaderamente la cosa del texto. Dinámica interna y proyección externa constituyen lo que llamo el trabajo del texto. La tarea de la hermenéutica consiste en reconstruir ese doble trabajo.
FUENTE:
RICOEUR, Paul: Del texto a la acción, Ed.Fondo de Cultura Económica, 2002 México p. 33
FUENTE AMPLIADA:
RICOEUR, Paul: Del texto a la acción Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 2002 (1986)
CLAVES: Interpretación > Hermenéutica