RESUMEN:
Sobre las opiniones previas acerca del texto y cómo facilitan a la comprensión
TEXTUAL:
Cuando se oye a alguien o cuando se emprende la lectura no es que haya que olvidar todas las opiniones previas sobre su contenido, o todas las posiciones propias. Lo que se exige es simplemente estar abierto a la opinión del otro o a la del texto. Pero esta apertura implica siempre que se pone la opinión del otro en laguna clase de relación con el conjunto de las opiniones propias, o que uno se pone en cierta relación con las del otro. (
). La tarea hermenéutica se convierte en sí misma en un planteamiento objetivo, y está siempre determinada en parte por éste. (
). El que quiere comprender no pude entregarse desde el principio al azar de sus propias opiniones previas e ignorar lo más obstinada y consecuentemente posible la opinión del texto
hasta que éste finalmente ya no pueda ser ignorado u dé al traste con su supuesta comprensión. El que quiere comprender un texto tiene que estar en principio dejarse decir algo por él. Una conciencia formada hermenéuticamente tiene que mostrarse receptiva desde el principio para la alteridad del texto. Pero esta receptividad no presupone ni neutralidad frente a las cosas ni tampoco autocancelación, sino una matizada incorporación de las propias opiniones previas y prejuicios. Lo que importa es hacerse cargo de las propias anticipaciones, con el fin de que el texto mismo pueda presentarse en su alteridad y obtenga así la posibilidad de confrontar su verdad objetiva con las propias opiniones previas.
COMENTARIO:
Para logarar la adecuada comprensión el que quiere entender algo debe «dejarse decir algo por el texto», pues sólo así se locgra una conciencia hermenéutica del acto de interpretar.
FUENTE:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método, Ed.Ediciones Sígueme, 2003 Salamanca 335
FUENTE AMPLIADA:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método Ed. Ediciones Sígueme, Salamanca, 2003 (1960)
CLAVES: Interpretación > Hermenéutica