RESUMEN:
La relación entre el saber moral y la hermenéutica en Aristóteles, donde Gadamer explica que la conciencia hermenéutica no se trata de un saber técnico ni moral, pero que estas dos formas de saber contienen la misma tarea de la aplicación que hemos reconocido como dimensión problemática central de la hermenéutica. Siguiendo a Aristóteles, ratifica cómo la tekhne representa una superioridad sobre la cosa misma, que ulteriormente es donde gira el problema hermenéutico.
TEXTUAL:
Este es el punto en el que se relacionan el análisis aristotélico del saber moral y el problema hermenéutico de las modernas ciencias del espíritu. Es verdad que la conciencia hermenéutica no se trata de un saber técnico ni moral. Pero estas dos formas de saber contienen la misma tarea de la aplicación que hemos reconocido como dimensión problemática central de la hermenéutica. También es claro que 'aplicación' no significa lo mismo en ambos casos. Existe una peculiarísima tensión entre la tekhne que se enseña y aquella que se adquiere por experiencia. El saber previo que uno posee cuando uno ha aprendido un oficio no es necesariamente superior en la praxis al que posee un no iniciado pero muy experimentado. Pero aunque esto sea así, no por eso se llamará teórico al saber previo de la tekhne, menos aún si se tiene en cuenta que la adquisición de experiencia aparece por sí sola en ese saber. Pues como saber tiene siempre una referencia a la praxis, y aunque la materia bruta no siempre obedezca al que ha aprendido su oficio, Aristóteles cita con razón las palabras del poeta: tekhne ama a tykhe, y tykhe ama a tekhne. Esto quiere decir que, en general, el éxito acompaña al que ha aprendido su oficio. Lo que se adquiere por adelantado en la tekhne es una auténtica superioridad sobre la cosa, y esto es lo que representa un modelo para el saber moral. Pues también para éste es claro que la experiencia nunca basta para una decisión moralmente correcta. También aquí se exige que la actuación esté guiada desde la conciencia moral; ni siquiera será posible contentarse con una relación insegura entre saber previo y éxito final que existe en el caso de la tekhne. Hay una correspondencia entre la perfección de la conciencia moral y la de saber producir, la de la tekhne, pero desde luego no son la misma cosa.
Por el contrario las diferencias se sugieren por sí solas. Es completamente evidente que el hombre no dispone de sí mismo como el artesano dispone de la materia con la que trabaja. No puede producirse a sí mismo al igual que puede producir otras cosas. En consecuencia el saber que tenga de sí mismo en su ser moral será distinto, y se destacará claramente del saber que guía un determinado producir. Aristóteles formula esta diferencia de un modo audaz y único, llamando a este saber un saberse, esto es, un saberse para sí. De este modo el saber se de la conciencia moral se destaca del saber teórico de un modo que para nosotros resulta peculiarmente iluminador.
FUENTE:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método, Ed.Ediciones Sígueme, 2003 Salamanca 387
FUENTE AMPLIADA:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método Ed. Ediciones Sígueme, Salamanca, 2003 (1960)
CLAVES: Interpretación > Hermenéutica