RESUMEN:
Rehabilitación de los concepto de autoridad y tradición por la teoría hermenéutica de la interpretación. Cuestiones previas en la filosofía de Gadamer.
TEXTUAL:
Este es el punto del que parte el problema hermenéutico. Por eso habíamos examinado la depreciación del concepto de prejuicio en la Ilustración. Lo que bajo la idea de una autoconstrucción absoluta de la razón se presenta como un prejuicio limitador forma parte en verdad de la realidad histórica misma. Si se quiere hacer justicia al modo de ser finito e histórico del hombre es necesario llevar a cabo una drástica rehabilitación del concepto de prejuicio y reconocer que existen prejuicios legítimos. Con ello se vuelve formulable la pregunta central de una hermenéutica que quiera ser verdaderamente histórica, su problema epistemológico clave: ¿en qué puede basarse la legitimidad de los prejuicios? ¿En qué se distinguen los prejuicios legítimos de todos los innumerables prejuicios cuya superación representa la incuestionable tarea de toda razón crítica?
(...) Por lo que se refiere a la división de los prejuicios en prejuicios de autoridad y por precipitación, es claro que la base de esta distinción está el presupuesto fundamental de la Ilustración según el cual un uso metódico y disciplinado de la razón es suficiente para proteger de cualquier error. Esta era la idea cartesiana del método. La precipitación es la fuente de equivocación que induce al error en el uso de la propia razón; la autoridad en cambio es culpable de que no se llegue siquiera a emplear la propia razón. La distinción se basa por tanto en una oposición excluyente de autoridad y razón. Lo que se trata de combatir es la falsa inclinación preconcebida a favor de lo antiguo, de las autoridades.(...).
Sin embargo, no hay duda que la verdadera consecuencia de la Ilustración no está sino más bien su contraria: la sumisión de toda autoridad a la razón. El prejuicio de precipitación ha de entenderse más bien al modo de Descartes, como fuente de errores en el uso de la razón. Concuerda con esto el que la vieja distinción retorna, con un sentido alterado tras la victoria de laSin embargo, es precisamente en el concepto de las sujeciones donde se oculta la cuestión esencial. La idea de que los prejuicios que nos determinan se deben a mi sujeción está formulada en realidad ya desde un punto de vista de la disolución o Ilustración de todo prejuicio, y en consecuencia sólo tiene valor para los prejuicios no justificados. Si existen también prejuicios justificados y que pueden ser productivos para el conocimiento, entonces el problema de autoridad se nos vuelve a presentar de nuevo Ilustración, cuando la hermenéutica se libera de todo vínculo dogmático.(...)
(...) La idea de que los prejuicios que me determinan se deben a mi sujeción está formulada en realidad ya desde el punto de vista de la disolución o ilustración de todo prejuicio, y en consecuencia sólo tiene valor para los prejuicios no justificados.
COMENTARIO:
A partir de los postulados de la Ilustración que pugan por una fe ciega en la razón como medio de conocimeitno de la verdad, cuestiona conceptos clásicos como la autoridad o la tradición. Gadamer realiza unanálisis crítico de esta postura ilustrada y explicalas pautas para volver hacia dichos conpcetos.
FUENTE:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método, Ed.Ediciones Sígueme, 0 Salamanca §344
FUENTE AMPLIADA:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método Ed. Ediciones Sígueme, Salamanca, 2003 (1960)
CLAVES: Interpretación > Hermenéutica