RESUMEN:
La gratitud tiende a igualar las voluntades, no la cosa recibida, y por eso como muestra de agradecimiento se tiende a dar más de lo que uno recibió gratuitamente, para ser también gratuito en lo que excede lo que se recibió
TEXTUAL:
¿Conviene que la recompensa sea mayor que el beneficio recibido?
Solución. Hay que decir: Como antes expusimos (a.5), la recompensa de un favor lo que considera en el beneficio es la voluntad del bienhechor. Y en esto lo que parece más digno de encomio es el que se haya prestado gratuitamente un beneficio al que no había obligación de prestar. Así, pues, quien recibió un beneficio queda obligado, por decoro, a dar también algo gratis. Ahora bien: no parece que se dé nada gratis si no se sobrepasa la cantidad del beneficio recibido; porque, cuando la recompensa es menor o igual, parece que uno no da nada gratis, sino que devuelve lo que recibió l. Por consiguiente, la recompensa tiende siempre a dar, si es posible, algo más
Objeciones por las que parece que la recompensa no debe ser mayor que el beneficio recibido.
Ob3. Todavía más: la justicia consiste en la igualdad. Pero lo mayor supone exceso sobre la igualdad. Luego, como en toda virtud el exceso es vicioso, parece vicioso y opuesto a la justicia recompensar el beneficio recibido con otro mayor.
Ad 3. A la tercera hay que decir: Así como en la justicia, virtud cardinal, se atiende a la igualdad entre cosa y cosa, así en la gratitud se presta atención a la igualdad entre las voluntades; es decir, que igual que al bienhechor le impulsó su voluntad a hacer un favor al que no estaba obligado, del mismo modo el favorecido debe dar como recompensa algo más de lo que recibió.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.104, a.6
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Justicia > Partes Potenciales > Gratitud