RESUMEN:
Quien no quiere estar en deunda con nadie del que reciba algo gratuitamente, es un ingrato
TEXTUAL:
ob3. Todavía más: no parece que comete pecado quien no quiere deber una cosa, según aquel dicho del Apóstol en Rom 13,8: No debáis nada a nadie. Pero, como dice Séneca en IV De Benef. (c.40), quien nada quiere deber es un ingrato. Luego no siempre la ingratitud es pecado.
ad 3. A la tercera hay que decir. El deber de gratitud se deriva de una deuda de amor, de la que nadie debe querer que le absuelvan. De ahí que el hecho de que alguien cargue con tal deber de mala gana parece provenir de falta de amor a la persona que le ha hecho el beneficio.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.107, a.1
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Justicia > Partes Potenciales > Gratitud