la confusión a la que induce el uso del adjetivo “natural” cuando califica a términos como “ley”, “principios”, “derecho”, y semejantes, puesto que evoca a la naturaleza, que, como tal, es un concepto metafísico. Se tiende entonces a considerar a priori que, por ejemplo, los primeros principios de la ley natural se conocen a partir del estudio (necesariamente metafísico) de la naturaleza humana. Quizá por este motivo Finnis prefiera hablar de “bienes humanos fundamentales”, “exigencias de la racionalidad práctica”...