RESUMEN:
La avaricia se opone a la justicia en su adquisición, y a la liberalidad en su posesión.
TEXTUAL:
¿La avaricia se opone a la liberalidad?
Solución. Hay que decir: La avaricia supone cierta inmoderación con relación a las riquezas en un doble sentido. Primero, inmediatamente respecto a su misma adquisición y conservación, o sea, cuando se adquiere el dinero injustamente sustrayendo o reteniendo lo ajeno. Entonces se opone a la justicia. En este sentido se entiende la avaricia en Ez 22,27, cuando se dice: "Sus príncipes son como lobos que despedazan la presa derramando sangre para dar pábulo a su avaricia".
En un segundo sentido implica inmoderación de los afectos interiores a las riquezas: por ejemplo, cuando se las ama o desea o se goza en ellas excesivamente, aunque no se quiera sustraer lo ajeno. En este aspecto, la avaricia se opone a la liberalidad, que modera tales afectos, como hemos visto (q.117 a.2 ad 1; a.3.6). Así debe entenderse la avaricia de que se habla en 2 Cor 9,5: "Preparen de antemano la prometida bendición, y con esta preparación resulte una obra de liberalidad y no de avaricia", es decir, explica la Glosa 16, "que no les pese haber dado, y que den en abundancia".
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a), Ed.BAC, 1995 Madrid q.118, a.3
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Justicia > Vicios opuestos