RESUMEN:
Relación entre la inclinación, las virtudes y los precpetos: «La inclinación a la conservación del ser forma el amor a la existencia y a la vida, el amor a sí mismo, tan natural, que no necesita de ningún mandamiento para suscitarlo, pero que cabe discernir en el interior del segundo mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo», así como en la regla de oro: «Lo que tú desees que los otros hombres te hagan a ti, házselo tú a ellos"».
TEXTUAL:
p. 528, §.4 La inclinación a la conservación del ser forma el amor a la existencia y a la vida, el amor a sí mismo, tan natural, que no necesita de ningún mandamiento para suscitarlo, pero que cabe discernir en el interior del segundo mandamiento: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo», así como en la regla de oro: «Lo que tú desees que los otros hombres te hagan a ti, házselo tú a ellos».
Esta inclinación está en la base del quinto mandamiento: «No matarás», que inculca el respeto de la vida de los otros y, a fortiori, de la vida propia. Ahí se incluye el respeto por los bienes ajenos.
La conexión de la ley con la inclinación, que es de naturaleza dinámica, invita a pasar por alto el aspecto negativo y limitador del mandamiento. Es una defensa necesaria para asegurar un progreso y un desarrollo del amor al prójimo puesto en el principio de la Ley. Esta observación vale para todos los otros preceptos negativos.
Así como está fundado sólidamente el derecho a la legítima defensa de la existencia y de los bienes, así también lo está lo que es necesario para el crecimiento de la vida. Sin embargo, la ejecución concreta y precisa de estos derechos debe tener siempre en cuenta los deberes hacia los otros y el conjunto de la sociedad en la que ellos se ejercen. De ahí procede también el deber natural de desarrollar la propia vida y de hacer que tenga frutos.
La virtud de la fortaleza, que es valentía de ser y valentía de vivir a pesar de las dificultades y los obstáculos, desarrollará la inclinación a la existencia al afianzar la esperanza natural que alimenta. La virtud sobrenatural de la esperanza se injertará en esta inclinación, o más bien la recobrará en su raíz misma para ordenarla, por la confianza en la omnipotencia de Dios, a una bienaventuranza que sobrepasa la naturaleza, al sostener, en la humildad del esfuerzo cotidiano, la debilidad humana con frecuencia confrontada con la prueba.
FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona CAPÍTULO XVII LAS INCLINACIONES NATURALES EN EL ORIGEN DE LA LIBERTAD Y DE LA MORAL
FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)
CLAVES: Ley natural > Inclinaciones naturales > Conservación en el ser