RESUMEN:
Bajo la noción de libertad de indiferencia se esconde, en realidad, la voluntad en el hombre de la afirmación de sí en una radical diferencia respecto de lo que no as él mismo. Es el rechazo de toda dependencia de uno respecto a los demás y respecto de sí mismo (que por lo demás, desemboca en una contradicción con uno mismo)
TEXTUAL:
La pasión de la libertad
p.399, §2 ? p.400, §.4
Que nadie crea que la demolición ésta es la palabra más exacta de la moral de santo Tomás que llevaron a cabo Ockham y los nominalistas es obra de una desafortunada casualidad, o de un lamentable error causado por una debilidad del pensamiento y de las concepciones morales. Son los efectos directos, claramente deducidos y positivamente queridos, de la autoposición [autoexaltación] del hombre, que se encuentran en el corazón de la libertad de indiferencia. (...)
(...) Bajo la indiferencia de la libertad se esconde, en realidad, una pasión primitiva (no nos atrevemos a decir natural): la voluntad en el hombre de la afirmación de sí en una radical diferencia respecto de lo que no as él mismo. Esta es la fuente de la fuerza y del dinamismo de esta concepción de la libertad, por negativos que puedan ser sus efectos, y desordenadas sus manifestaciones. La libertad de indiferencia es, ante todo, la reivindicación del poder que posee el hombre de elegir entre cosas contrarias, a partir sólo de sí mismo, lo que se llamará la independencia o la autonomía, pero comprendida como el rechazo de toda dependencia, de toda norma o ley que no venga de sí mismo. Ahora bien, este poder nunca se mnaifiesta más claramente que en la negación bajo todas sus formas: el rechazo, la crítica, la contradicción, la contestación. Tal es, al menos, una primera característica de esta especie de pasión [primitiva], que podría expresarse en la fórmula: "en contra de todo lo que se está a favor y a favor de todo lo que se está en contra", esto es, en favor de la libertad de estar en contra, porque parece que nunca se es tan libre como en ese momento. La libertad de indiferencia se expresará también en el juego de lo arbitrario buscado como placer.
Una frase de J. P. Sartre en Las Palabras expresa bien esta pasión de la libertad unida a la fragmentación del instante: «Me convierto en traidor y sigo siéndolo. Me pongo enteramente en lo que emprendo, me doy sin reservas al trabajo, a la cólera, a la amistad, en un instante renegaré, lo sé, lo quiero y me traiciono ya, en plena pasión por el presentimiento feliz de mi futura traición». Una única pasión ha expulsado a todas las demás, la de la libertad, que obra aquí por la «traición».
(...) Indiferencia y arbitrariedad son los rasgos típicos de esta especie de libertad. (...)
La libertad de indiferencia está, pues, habitada por la pasión secreta de la afirmación [caprichosa] de sí mismo, más allá de todas las manifestaciones y expresiones que produce. Nos podemos preguntar, a este respecto, si el rigorismo kantiano, con su exigencia escrupulosa del desinterés moral, no procede de un esfuerzo desesperado para escapar del esencial interés por sí mismo que constituye el resorte de esta concepción de la libertad del hombre.
FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona CAPÍTULO XIII LATEOLOGÍA MORAL EN EL PERÍODO ACTUAL
FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)
CLAVES: Libertad > Libertad como autonomía, como «libertad de indiferencia»