RESUMEN:
Aunque la voluntad humana pueda diferir de la de Dios en cuanto al movimiento de la voluntad, nunca puede disentir en cuanto al éxito o al evento; ya que de la voluntad del hombre surge aquel evento que cumple la voluntad de Dios respecto del hombre. Pero en cuanto al modo de querer, no es necesario que la voluntad del hombre se conforme a la voluntad de Dios.
TEXTUAL:
Ob. 5. Es imposible que la voluntad del hombre disienta de la de Dios: porque, como dice Agustín en su Enquiridión, o el hombre hace lo que Dios quiere, o Dios suple por su voluntad. Pero la voluntad de Dios es in mutable. Luego también la del hombre y así todas las elecciones humanas proceden de una elección inmutable.
Ad. 5. A LO QUINTO debe decirse que la voluntad humana, de algún modo difiere de la de Dios, a saber, en cuanto desea algo que Dios no quiere que desee, como cuando desea pecar, no obstante Dios no quiere que la voluntad no quiera esto [Dios quiere que la voluntad del hombre permanezca libre]: porque si Dios quisiera que el hombre no pecara, así sucedería; porque todo lo que Dios quiere, lo hace. Y aunque de este modo la voluntad humana difiera de la de Dios, en cuanto al movimiento de la voluntad, nunca puede disentir en cuanto al éxito o al evento; ya que de la voluntad del hombre surge aquel evento que cumple la voluntad de Dios respecto del hombre. Pero en cuanto al modo de querer, no es necesario que la voluntad del hombre se conforme a la voluntad de Dios, pues Dios quiere eterna e infinitamente cada cosa, y no así el hombre; de ahí que Isaías, LV, 9 diga: Cuanto dista el cielo de la tierra, así distan mis caminos de los vuestros.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.6 [Sobre la elección huaman], a.1 [Si el hombre tiene libre elección de sus actos],
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Libertad > Voluntad divina y libertad humana