RESUMEN:
Sto. Tomás explica que las metáforas, aunque a veces pueden ilustrar una idea, no son argumentativas, es decir, nunca son argumentos concluyentes. Por eso, por ejemplo, critica algunas consideraciones de los que diferencian la razón y la voluntad, a partir de la imagen clásica de la razón como esplendor del hombre, y de la voluntad como su calor.
TEXTUAL:
Arg.8. El entendimiento en el alma se parece al esplendor en las cosas materiales, la voluntad o el afecto al calor, como se desprende de lo dicho por los santos; pero el esplendor es más noble que el calor, pues es cualidad de los cuerpos más nobles; luego el entendimiento es más noble que la voluntad.
Ad. 8 Esas expresiones que comparan al entendimiento con el esplendor y al afecto con el calor, son metáforas; y a partir de tales expresiones, como advierte el Maestro en el III de las Sentencias [Pedro Lombardo, d.11, c.2], no se puede elaborar una argumentación. Dionisio dice también, en la Epístola ad Titum [Epist. IX ad Titum § 1], que la teología simbólica no es argumentativa.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. sobre el apetito del bien, Art. 11 Si la voluntad es una potencia más elevada que el entendimiento o al revés (De Veritate, q.22)
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003
CLAVES: Lógica > Simbolismo