RESUMEN:
No se puede decir que toda maldad es debida a la ignorancia con el argumento de que la voluntad sólo busca el bien. La voluntad puede estar viciada por una afección al mal, y que por eso lo ve como su bien.
TEXTUAL:
9. La voluntad tiende al bien como a su objeto; por lo cual siempre es, o de un bien verdadero, y entonces no es pecado; o de un bien aparente que no existe, y entonces hay pecado. Pero que parezca un bien que no es tal, se debe a un vicio del intelecto, o de otra facultad aprehensiva. Luego, el pecado no se encuentra principalmente en un acto de la voluntad.
9. A LO NOVENO debe decirse que lo que no es un bien verdaderamente, es un bien aparente de dos maneras. Algunas veces, ciertamente, por un vicio del intelecto, como cuando alguien tiene una falsa opinión sobre lo que hay que hacer, como sucede en aquel que piensa que la fornicación no es pecado, o incluso en aquel que no tiene uso de razón; y un defecto de este tipo procedente del intelecto disminuye la culpa, o la excusa totalmente. Mas otras veces no es un defecto por parte del mismo intelecto, sino más bien por parte de la voluntad; pues "tal como es cada uno, así le parece el fin". Todos tenemos experiencia que cuando amamos u odiamos algo lo vemos de otra manera, como se dice en el libro III de la Ética. Y por esto, cuando alguien tiene un afecto desordenado hacia algo, el juicio [recto] del intelecto acerca de un particular elegible está impedido por la afección desordenada. Y así, el vicio no está principalmente en el conocimiento sino en la afección. Y por esto, quien así peca, no se dice que peca por ignorancia, como se dice en el libro III de la Ética.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.2 [Sobre los pecados], a.3 [Si el pecado consiste principalmente en un acto de la voluntad], ob.9 y ad.9
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Mal > En qué sentido está en la voluntad