RESUMEN:
«el mal ni puede ser deseado ni obrar nada más que en virtud de un bien a él agregado; porque lo que es codiciable es la perfección y el fin, y el principio de la acción es la forma. Pero, cuando a una perfección o a una forma se encuentra unida la privación de otra perfección o de otra forma, sucede que la privación o el mal es deseado accidentalmente (per accidens), siendo así el principio de una acción cualquiera, no en cuanto mal, sino por causa del bien anejo»
TEXTUAL:
CAPÍTULO 117 Ninguna cosa puede ser esencialmente mala o sumamente mala, sino corrupción de algún bien
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§232. Según estos principios, se ve claramente que el mal ni puede ser deseado ni obrar nada más que en virtud de un bien a él agregado; porque lo que es codiciable es la perfección y el fin, y el principio de la acción es la forma. Pero, cuando a una perfección o a una forma se encuentra unida la privación de otra perfección o de otra forma, sucede que la privación o el mal es deseado accidentalmente (per accidens), siendo así el principio de una acción cualquiera, no en cuanto mal, sino por causa del bien anejo. (...)
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FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología (Libro) , , Ed.Rialp, 1980 Madrid Libro I: [Sobre la Fe]; Parte I: [Sobre Dios uno y Trino]; Tratado III: [Sobre las obras de Dios], Secc.2ª [Sobre el gobierno del mundo]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)
CLAVES: Mal > No es apetecible per se