RESUMEN:
No es contrario a la bondad divina el que Dios permita el mal, y esto por tres razones: 1º Porque la perfección de todo exige que haya cosas en las que pueda darse el mal según su naturaleza, cuya corrupción es buena para el resto; 2º Porque el bien de una cosa no puede darse sin el mal de otra, v.gr. el león destruye a otro animal para comérselo, el perverso santifica al justo...; 3º Porque los bienes son más apetecibles si se comparan con los males y así sobresale más la bondad de Dios
TEXTUAL:
CAPITULO 142 No repugna a la bondad divina que permita el mal
§283. Tampoco repugna a la bondad divina permitir el mal en las cosas sometidas a su gobierno.
En primer lugar, porque no conviene a la Providencia destruir la naturaleza de las cosas que gobierna, sino conservarlas. La perfección de todo exige que haya ciertas cosas en las que no pueda darse el mal y otras que puedan sufrir los defectos del mal según su naturaleza. Luego, si las cosas estuvieran totalmente apartadas del mal, no estarían gobernadas por la Providencia divina según su naturaleza; porque el defecto que de ello resultaría seria mayor que los defectos particulares que se evitasen. En segundo lugar, porque el bien de una cosa no puede verificarse sin el mal de otra, a la manera que la generación de una cosa no se verifica sin la corrupción de otra; la nutrición del león sin la muerte de otro animal, y la paciencia del justo sin la persecución del injusto. Luego, si el mal estuviera totalmente excluido de las cosas, se seguiría que muchos bienes desaparecerían igualmente. Por tanto, no conviene que la Providencia divina excluya enteramente el mal de las cosas humanas, sino que es necesario que los males que acontecen estén ordenados a algún bien.
En tercer lugar, porque los bienes son más apetecibles si se comparan con los males particulares, a la manera que el esplendor del color blanco destaca más sobre la oscuridad del color negro. Cuando la bondad divina permite el mal en el mundo, se hace más visible esta bondad en las cosas buenas, y sobresale más su sabiduría en la coordinación de los bienes con los males.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología (Libro) , , Ed.Rialp, 1980 Madrid Libro I: [Sobre la Fe]; Parte I: [Sobre Dios uno y Trino]; Tratado III: [Sobre las obras de Dios], Secc.2ª [Sobre el gobierno del mundo]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)
CLAVES: Mal > Por qué Dios lo permite