RESUMEN:
La rectitud moral no se evalúa como se evalúa la corrección de una fórmula matemática, sino sólo por correspondencia con los sentimientos del espectador, que tiene su mente dispuesta para captar el bien y el mal
TEXTUAL:
p.292 Las proposiciones de la geometría pueden demostrarse, los sistemas de la física pueden cuestionarse; pero la armonía del verso, la ternura de la pasión, la brillantez del ingenio deben proporcionar un placer inmediato. Ningún hombre razona acerca de la belleza de otro; pero sí lo hace frecuentemente sobre la justicia o injusticia.
(
) a la virtud le pertenece, dirán, el ser atractiva, y al vicio, el resultar odioso. Esto constituye su misma naturaleza o esencia. Por el contrario, ¿pueden la razón y la argumentación asignar estos diferentes epítetos a cualesquiera objetos, y declarar de antemano que éste debe provocar amor y aquél odio? O ¿a qué otra causa podemos asignar estas emociones que no sea la constitución y estructura originales de la mente humana, la cual se encuentra naturalmente adaptada para recibirlas?
p.293 Lo que es honorable, lo que es justo, lo que es conveniente, lo que es loable, lo que es generoso toma posesión de nuestro corazón, nos incita a abrazarlo y conservarlo. Lo que es inteligible, o que es evidente, lo que es probable, lo que es verdadero procura únicamente la fría aprobación del entendimiento; y, gratificando una curiosidad especulativa, pone con ello fin a nuestras investigaciones.
FUENTE:
HUME, David: Investigación sobre los principios de la moral, Ed.Tecnos, 1987 Madrid SECCIÓN 1, De los principios generales de la moral
FUENTE AMPLIADA:
HUME, David: Investigación sobre los principios de la moral Ed. Tecnos, Madrid, 1987 (1975)
CLAVES: Moral > Emotivismo