
RESUMEN:
la moralidad no es nada que concierna a la naturaleza abstracta de las cosas, sino que depende totalmente del sentido o gusto mental de cada ser concreto, del mismo modo que la distinción de lo dulce y de lo agrio, de lo caliente y de lo frío surgen del sentimiento particular de cada sentido u órgano. Las percepciones morales, por tanto, no deben clasificarse con las operaciones del entendimiento, sino con los gustos o sentimientos
TEXTUAL:
En las ediciones E y F se añade la siguiente nota: «Durante mucho tiempo se ha confundido la facultad por medio de la cual discernimos lo verdadero y lo falso, y aquella otra por la que percibimos vicio y virtud, y se ha supuesto que toda moral debe construirse sobre relaciones eternas e inmutables que, para toda mente inteligente, eran tan invariables como cualquier proposición acerca de la cantidad y del número. Pero un filósofo reciente, Hutchenson, nos ha enseñado con los argumentos más convincentes que la moralidad no es nada que concierna a la naturaleza abstracta de las cosas, sino que depende totalmente del sentido o gusto mental de cada ser concreto, del mismo modo que la distinción de lo dulce y de lo agrio, de lo caliente y de lo frío surgen del sentimiento particular de cada sentido u órgano. Las percepciones morales, por tanto, no deben clasificarse con las operaciones del entendimiento, sino con los gustos o sentimientos [Subrayado de Diego POOLE]
FUENTE:
HUME, David: Investigación sobre el conocimiento humano, Ed.Tecnos, 2007 Madrid Seccion I, Las distintas clases de filosofía
FUENTE AMPLIADA:
HUME, David: Investigación sobre el conocimiento humano Ed. Tecnos, Madrid, 2007 (1748)
CLAVES: Moral > Emotivismo