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Moral > Evolución de la idea de moral > Figuras actuales de la ética

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RESUMEN:
Figuras de la ética actual según Abba:

1)La ética como búsqueda de la mejor vida para el hombre.

2)La ética como estudio de la ley moral que ha de ser observada.

3)La ética como búsqueda de las reglas para la convivencia y colaboración social (Hobbes y contractualistas)

4)La ética como saber que busca los modos de producir la mejor situación vital posible para los hombres.



COMENTARIO:
Las principales figuras de la ética (cf. Abbà, G., Quale impostazione per la filosofia morale?, cap. II). Lo determinante de una u otra figura es la idea que cada una de ellas tenga sobre el sujeto moral. Veamos una por una estas figuras:

1)La ética como búsqueda de la mejor vida para el hombre. Es el planteamiento común a casi todos los filósofos griegos, y a algunos medievales, como Sto. Tomás y S. Agustín. A partir del s. XIV se fue progresivamente abandonando hasta la segunda mitad de nuestro siglo. Es lo que hoy muchos llaman ?ética de las virtudes?. Desde esta perspectiva se busca el bien humano considerando la vida como un todo.

2)La ética como estudio de la ley moral que ha de ser observada. La atención se centra sobre el bien o el mal de la acción singular, que se determina en contraste con la ley moral aplicable. Ya no se ve la vida como un todo. El saber moral gira en torno a dos polos que se presentan como naturalmente opuestos: el polo normativo (la ley, la obligación, el deber) y el polo de la libertad (conciencia moral, autonomía personal). Las exigencias morales son externas al hombre. Esta figura ética nace en el siglo XIV con Duns Escoto y Ockham. Esta línea se divide en dos: en su versión católica, la Teología Moral post-tridentina, como una moral casuística; y e el ámbito de la ilustración, como ética secularizada (iusnaturalismo racionalista y ética del deber de Kant)

3)La filosofía moral como búsqueda y fundamentación de las reglas para la convivencia y colaboración social. Hobbes es el máximo representante de esta figura. El pesimismo antropológico lejos de intentar buscar el máximo bien para el hombre, se conformará con evitar el daño que los hombres tienden a hacerse recíprocamente. Por eso el fin de la ética es motivar y asegurar la convivencia pacífica, y en la medida de lo posible fomentar la cooperación entre las personas. La ética tiende, según esta figura, a facilitar la convivencia entre los hombres. Cabe destacar dos líneas hoy en día: la de Rawls y otros filósofos liberales no utilitaristas, por un lado; y por otro, la ética del discurso de Habermas y Apel. Las diversas ?éticas de mínimos? son también otras versiones de esta figura. La ética es fundamentalmente ética pública (sobre la moral privada la razón no puede arrojar mucha luz, pues depende de preferencias). En definitiva, el problema moral se centra en el estudio del modo de fundamentar las normas necesarias para la convivencia social. Para esta figura, lo que es justo hacer se determina con independencia de lo que cada uno considere como su bien propio (justicia y bien humano no van de la mano).

4)La ética como saber que busca los modos de producir la mejor situación vital posible para los hombres. Esta figura tiene su origen en la secularización de la caridad cristiana por obra del protestantismo. Dentro de esta figura se enmarcan los diversos consecuencialismos. Primero se determina cuál es la mejor situación vital para el hombre, y luego estará bien TODO lo que conduzca a ella. Se identifica la felicidad con la satisfacción del interés humano.



La diferencia que hay entre la primera figura y las tres siguientes es que la primera adopta la perspectiva de la primera persona, puesto que considera al hombre competente o capaz de determinar con razón su verdadero bien. Quien obra mal, antes de oponerse a la ley, se contradice a sí mismo, se autolesiona. En cambio las otras figuras se centran en determinar la acción correcta o incorrecta, pero no ven la vida humana como un todo. Estas morales adoptan el punto de vista del observador externo, del juez, por lo que se alejan del dinamismo intencional propio de la acción moral.



FUENTE:
RODRÍGUEZ LUÑO, Angel: Ética general (Libro) , , Ed.Eunsa, 2001 Madrid



FUENTE AMPLIADA:
RODRÍGUEZ LUÑO, Angel: Ética general Ed. Eunsa, Madrid, 2001 (1991)



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