RESUMEN:
Lo que dice Pinkaers sobre el objeto de la teología moral, puede aplicarse también a la filosofía moral: la moral, como ciencia, tiene por objeto el estudio de todos los actos humanos en la medida en que son libres, aunque no sean actos obligatorios.
TEXTUAL:
p. 79 (...) En realidad, estas morales [de la obligación] cortan en dos el dominio de los actos humanos: están, por un lado, los actos que caen bajo la ley y, por otro, los que pertenecen a la libertad. Únicamente los primeros forman parte verdaderamente de la materia moral y reclaman la consideración del moralista.
Esta división raramente señalada, pero constantemente aplicada, tiene serias consecuencias: de hecho, descarta de la moral las acciones más interesantes y ricas, en las que el hombre se compromete más personalmente. Tales son, por ejemplo, la elección de una vocación, la realización de un proyecto de vida, la búsqueda de la perfección, en suma, todas las acciones que participan del aliento de la libertad y del amor y que contribuyen a la creación, en el plano espiritual y humano, de las obras más fecundas. De esta forma, el dominio de la moral queda limitado y empobrecido por su concentración sobre las obligaciones legales.
Por nuestra parte, siguiendo a santo Tomás, estimamos que los actos humanos pertenecen a la moral precisamente porque son voluntarios y libres, incluso fuera de toda obligación. (...)
FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona INTRODUCCIÓN, Cap. III, El carácter humano de la teología moral, 1. La teología moral tiene por objeto todos los actos humanos en la medida en que son voluntarios, p. 79
FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)
CLAVES: Moral > Objeto de la moral