RESUMEN:
La bienaventuranza no destruye la naturaleza, ya que es su perfección.
TEXTUAL:
En cambio, mientras dura una naturaleza, su acción permanece. Pero la bienaventuranza no destruye la naturaleza, ya que es su perfección. Por lo tanto, no destruye el conocimiento ni el amor natural.
FUENTE:
Tomás de Aquino: Suma Teologica, I, q. 67, a.7, s.c.[trad. BAC Maior, 2001]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, Parte Primera Ed. BAC, Madrid, 2001 (1273)
CLAVES: Naturaleza, Gracia y Gloria (relación)