RESUMEN:
Pinkaers explica de qué modo el nominalismo a generado una oposición entre los siguientes pares de conceptos: libertad vs. ley, libertad vs. razón, libertad vs. naturaleza, libertad vs. gracia, hombre libre vs. Dios, sujeto vs. objeto, libertad vs. sensibilidad, mi libertad vs. libertad de los otros, individuo vs. sociedad.
TEXTUAL:
LA TENSIÓN SIGNIFICATIVA CAUSADA POR LA LIBERTAD DE INDIFERENCIA
p. 411, §.5
Uno de los signos más seguros para detectar la presencia activa de la libertad de indiferencia reside en la tensión que engendra, que conduce a plantear los problemas de un modo disyuntivo, según la fórmula: o bien... o bien... He aquí algunas de estas disyunciones características:
o la libertad o la ley: esta oposición dominará la casuística y se expresará en esta comparación: la libertad y la ley son como dos propietarios que se disputan el campo de los actos humanos. Será común oír decir a los moralistas: tal acto pertenece a la ley, tal otro a la libertad;
o la libertad o la razón: la razón se opone a la ley como el determinismo que engendra se opone al arbitrio voluntario, o también, como la ley que dicta hace frente a la libertad relativa a los actos y viene a limitarla;
o la libertad o la naturaleza: la libertad se planta y se define como lo opuesto a la naturaleza. No es naturaleza. Intenta dominar y servirse de la naturaleza, entendida como infrarracional o irracional, ciega y determinada por sus impulsos;
o el hombre libre o Dios: estas oposiciones culminan en las relaciones entre el hombre y Dios. A partir de este momento es preciso escoger: no se podrá exaltar al hombre sin rechazar a Dios, ni exaltar a Dios sin disminuir al hombre. Como escribe E. Borne: «El ateísmo contemporáneo busca en la negación de Dios una afirmación total del hombre... De ahí esta presuposición de que la creencia en Dios es, en proporción inversa, una deshumanización del hombre» [E. Borne, Dios no ha muerto, Andorra, 1961, p.36];
o el sujeto o el objeto: estos términos fundamentales quieren significar, el sujeto, la persona, variable en sus voliciones y sus sentimientos hasta lo arbitrario, el objeto, el mundo exterior, la realidad apersonal, con su firmeza, su dureza, su opacidad. La peor falta contra la persona es «cosificarla»; el mayor peligro en la ciencia es la subjetividad. El subjetivismo llegará hasta el solipsismo; el objetivismo se convertirá en materialismo;
o la libertad o la sensibilidad: la libertad se vuelve indiferente para realizarse y se vuelve rígida con los impulsos de la sensibilidad; o se identifica con las pasiones y reivindica para ellas toda la libertad de ejercerse;
o mi libertad o la libertad de los otros: la libertad de los otros aparece como un límite y una amenaza; por consiguiente, se concibe la libertad como una afirmación de sí en contra de lo que no es uno mismo. De ahí surge una lucha de todos contra todos, que está en el origen de la dialéctica del amo y el esclavo;
o el individuo o la sociedad: la libertad de indiferencia crea el individualismo; rompe los vínculos que unen a los individuos al igual que ha aislado y atomizado los actos humanos. La sociedad ya no puede ser más que una creación artificial y una constricción. El individuo y la sociedad van a oponerse y a emprender también una lucha por el poder, una dialéctica de dominación cuyos polos serán la libertad individual hasta la anarquía o el poder del Estado hasta el despotismo.
FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona CAPÍTULO XIV, La libertad de indiferencia en el orgien de la moral de la obligación
FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)
CLAVES: Nominalismo > La «explosión nominalista» > Dualismos que se derivan del nominalismo