RESUMEN:
Sto. Tomás explica que la concupiscencia también puede entenderse como la insumisión de los apetitos al orden que trata de imponerles la razón. En este sentido la concupiscencia es lo mismo que el fomes peccati.

TEXTUAL:
CAPITULO 224 La santificación de la Madre de Dios

(...)

§463. En nuestro Señor Jesucristo hubo algo más. El apetito inferior estaba sometido en Él a la razón de tal manera que no se movía hacia nada sino según el orden de la razón, es decir, según lo que la razón ordenaba o permitía al apetito inferior moverse con movimiento propio. El que las fuerzas inferiores estuvieran sometidas totalmente a la razón parece que perteneció a la integridad del estado primigenio; tal sujeción desapareció por causa del pecado del primer padre, y no sólo en éste, sino también en los demás que por su causa contraen el pecado original, en los cuales, aun después de ser limpiados del pecado por el sacramento de la gracia, permanece la rebelión e inobediencia de las fuerzas inferiores respecto de la razón, lo cual se llama concupiscencia (fomes peccati); cosa que en Cristo, según ya hemos dicho, no se dio de ninguna manera.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología (Libro) , , Ed.Rialp, 1980 Madrid Libro I: [Sobre la Fe]; Parte II: [Sobre la humanidad de Cristo]; Segundo Tratado: [La Concepción y Natividad de Cristo]

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Compendio de Teología Ed. Rialp, Madrid, 1980 (1269)