RESUMEN:
Las pasiones del irascible no sólo tienen su principio en las pasiones del concupiscible, sino también su término.
TEXTUAL:
Las pasiones del concupiscible tienen más amplio alcance que las del irascible. En efecto, en las pasiones del concupiscible se encuentra algo perteneciente al movimiento, como el deseo, y algo perteneciente al reposo, como el gozo y la tristeza. Pero en las pasiones del irascible no se halla cosa alguna referente al reposo, sino sólo al movimiento. La razón de esto es que aquello en lo que ya se reposa no tiene razón de difícil o arduo, que es el objeto del irascible. (?) Así, pues, las pasiones del irascible son intermedias entre las pasiones del concupiscible, que importan movimiento hacia el bien o el mal, y las pasiones del concupiscible, que implican quietud en el bien o en el mal. Y así es evidente que las pasiones del irascible no sólo tienen su principio en las pasiones del concupiscible, sino también su término.
[en ad.2 añade:] EL IRASCIBLE APARTA LO QUE IMPIDE LA QUIETUD DEL CONCUPISCIBLE EN SU OBJETO.
FUENTE:
Suma Teologica, I-II q.25, a.1, s.
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989
CLAVES: Pasiones humanas > División de las pasiones > Diferencias entre las concupiscible e irascible