RESUMEN:
El fin principal de las penas en la vida temporal no es retrbutivo, sino medicinal, con el objetivo primordial de preservar la cohesión de la sociedad, y es en vista de este fin como se ha de graduar la severidad de las penas.

TEXTUAL:
4. La cantidad de pena responde a la cantidad de culpa. Pero algunos pecados cometidos contra el prójimo son castigados más gravemente que los pecados cometidos contra Dios; como el pecado de blasfemia, que es un pecado contra Dios, es castigado con la simple lapidación, como se desprende de Levítico XXIIV, 15-16; mas el pecado de cisma es castigado mediante la inusitada muerte de muchos, como se desprende de Números, XXVI, 10. Luego, es más grave el pecado que se comete contra el prójimo que el que se comete contra Dios; no obstante, el pecado que se comete contra Dios se opone a un bien mayor.

4. A LO CUARTO debe decirse que las penas que en la vida futura son aplicadas por Dios, responden a la gravedad de la culpa; por lo que el Apóstol dice en Romanos, II, 2 que el juicio de Dios es conforme a la verdad, contra todos los que cometen tales cosas. Pero las penas que en la vida presente son infligidas, ya sea por Dios o por el hombre, no siempre responden a la gravedad de la culpa. Porque a veces una culpa mayor es castigada temporalmente con una pena más breve, a fin de evitar un peligro mayor; pues las penas de la vida presente son aplicadas como medicinas [más que en retribución del mal, cf. Aristóteles, EN, II, 3 (1104b, 17), y S.T., I-IIª, q. 85, a.1]. Y el pecado de cisma es el más peligroso entre las cosas humanas, porque disuelve el régimen de una sociedad humana por completo.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.2 [Sobre los pecados], a.10 [Si un pecado es más grave por oponerse a un bien mayor ], ob. 4 y ad.4

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)