RESUMEN:
La pereza no es cualquier tristeza ante el bien espiritual, pues a todo pecado acompaña una cierta tristeza ante el bien espiritual de la rectitud o santidad. Sólo en cuanto el bien espiritual es impeditivo del bien corporal entonces hablamos de pereza
TEXTUAL:
RESPUESTA [La pereza no es cualquier tristeza ante el bien espiritual, pues a todo pecado acompaña una cierta tristeza ante el bien espiritual de la rectitud o santidad. Sólo en cuanto el bien espiritual es impeditivo del bien corporal entonces hablamos de pereza]
§3 Luego, debe considerarse que nada impide a lo que de suyo es considerado un bien especial, ser un fin común a muchos; y según esto la caridad es una virtud especial, porque de un modo primero y principal consiste en el amor al bien divino, pero de un modo secundario, es el amor al bien del prójimo; pues el amor al bien divino es el fin de todos o muchos otros bienes. Así, pues, la obra de alguna virtud especial, como la castidad, puede ser susceptible de amarse o disfrutarse de dos modos. De un modo, en cuanto que es la obra de tal virtud, y esto está más próximo a la castidad; de otro nodo, en cuanto que se ordena al bien divino, y esto está más próximo a la caridad.
Así, pues, debe decirse que entristecerse por este bien especial que es un bien interno y divino, hace a la pereza ser un pecado especial, así como amar el bien divino, hace a la caridad ser una virtud especial. Mas este bien divino entristece al hombre debido a que el espíritu es contrario a la carne: pues, como dice el Apóstol en Gálatas, V, 17: "La carne desea lo contrario al espíritu"; y por esto cuando el afecto de la carne domina sobre el hombre, desdeña el bien espiritual como lo contrario a sí; tal como el hombre que tiene corrompido el sentido del gusto, desdeña los alimentos saludables, y se entristece de ellos, cuando es necesario que coma tales alimentos. LUEGO, DICHA TRISTEZA Y DESPRECIO, O TEDIO POR UN BIEN ESPIRITUAL Y DIVINO, CONSTITUYE LA PEREZA, QUE ES UN PECADO ESPECIAL; por lo que para repelerla, advierte el sabio en Eclesiástico, VI, 26: "Inclina tu hombro y lleva a cuestas la sabiduría espiritual, y que no te sean desabridas sus cadenas".
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.11 [Sobre la pereza], a.2 [Si la pereza es un pecado especial]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Pereza > Qué es