RESUMEN:
La pereza se manifiesta en la tristeza que causan los bienes espirituales al verse como impeditivos de un bien sensitivo.
TEXTUAL:
1. Pues la pereza, siendo tristeza, se opone a la delectación. Pero la delectación no es una virtud especial: pues cualquier virtuoso se deleita con el acto de su propia virtud, como es patente en el libro I de la Ética. Luego, la tristeza por un bien espiritual no es pecado especial.
1. A LO PRIMERO, por tanto, debe decirse que la delectación de un bien espiritual y divino pertenece a una virtud especial que es la caridad, según aquello de Gálatas, V, 22: "Los frutos del espíritu son: caridad, gozo y paz".
2. Aquello que se sigue de todo pecado, no es un pecado especial. Pero la tristeza por un bien espiritual se sigue de todo pecado; pues a cualquiera le entristece lo que es contrario a sí. En efecto, a cualquier pecado es contrario algún bien espiritual de virtud. Luego, la pereza no es pecado especial.
2. A LO SEGUNDO debe decirse que cualquier pecador se entristece por un bien espiritual, según la razón especial de aquella virtud a la cual se opone su pecado, pero la pereza se entristece según la razón del bien espiritual divino, que es el objeto especial de la caridad.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.11 [Sobre la pereza], a.2 [Si la pereza es un pecado especial]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Pereza > Qué es