RESUMEN:
La prudencia versa sobre medios no determinados para alcanzar un fin, es decir, versa sobre los medios que no tienen reglas fijas, porque si las tuvieran, sería arte y no prudencia.
TEXTUAL:
3. A la tercera hay que decir: Toda aplicación de la recta razón a lo factible es propia del arte. A la prudencia, en cambio, no le atañe sino la aplicación de la recta razón en las cosas que implican consejo. De este tipo son las cosas que no tienen un medio determinado de llegar al fin, como afirma el Filósofo 15. Por tanto, dado que el entendimiento especulativo realiza operaciones, como, por ejemplo, silogismos, proposiciones y otras cosas por el estilo, en las que se procede por normas ciertas y determinadas, respecto de ellas puede salvarse la razón de arte, pero no la razón de prudencia. Por eso hay un arte especulativo, pero no una prudencia especulativa.
FUENTE:
Suma de Teología II-II q.47, a.2, ad.3
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Prudencia > En qué consiste