RESUMEN:
La sindéresis no se extingue en el hombre ni falla en su acto, lo que falla es el acto humano de quien, cegado por la pasión, no QUIERE considerar la falta de rectitud o desviación de la acción inomoral, rectitud que preside la misma sindéresis.

TEXTUAL:
SOLUCIÓN. Hay que decir que la extinción de la sindéresis puede entenderse de dos modos.

PRIMERO, en cuanto a la luz habitual misma, y así es imposible que se extinga la sindéresis, como es imposible también que se le prive al alma del hombre de la luz del entendimiento agente por el que nos son conocidos los primeros principios en lo especulativo y en lo operativo. Esta luz pertenece a la naturaleza del alma, pues por ella es alma intelectual, a lo que se refiere el Salmo [Sal 4,6]: "La luz de tu rostro, Señor, está impresa en nosotros" que nos muestra ciertamente lo bueno; ésta es la respuesta a lo que había dicho [Sal 4,6]: "Muchos dicen: ¿quién nos muestra las cosas buenas?"

SEGUNDO, en cuanto al acto. Y esto sucede de dos modos. Uno primero, por el que se dice que el acto de la sindéresis se extingue, cuando el acto de la sindéresis está completamente impedido; y así acaece que el acto de la sindéresis se extingue en quienes no tienen uso del libre albedrío ni uso alguno de razón, y ello a causa del impedimento proveniente de las lesiones de los órganos corporales, de los que nuestra razón se sirve necesariamente. Un segundo modo, en cuanto el acto de la sindéresis se desvía a lo contrario, pero así es imposible que el juicio de la sindéresis se extinga en lo universal; extínguese, sin embargo, en lo operable particular cada vez que peca al elegir, pues la fuerza de la concupiscencia, o de otra pasión, absorbe de tal manera a la razón, que, al elegir, el juicio universal de la sindéresis no se aplica al acto particular [esto es, se rechaza toda consideración de la congruencia de la acción con el fin al que apunta la sindéresis]. Pero esto no significa que la sindéresis se extingue totalmente, sino sólo en cierta manera. Hablando en términos absolutos concedemos, pues, que la sindéresis no se extingue nunca.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones de la sindéresis y la conciencia (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Cuestión sobre la sindéresis, ARTICULO 3 ¿Se extingue la sindéresis en algunos? [De Veritate, q.16]

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003