RESUMEN:
La voluntad de Dios sólo la conocemos —en tanto no se añada la revelación— mediante nuestro conocimiento racional de qué es bueno

COMENTARIO:
Hay una distinción en la Sagrada Escritura, que muchos tratadistas pasan por alto: la distinción entre ley divina y ley natural. La ley divina se presenta como una revelación adicional a la capacidad humana de configuración del obrar correcto. «Pues la voluntad de Dios sólo la conocemos —en tanto no se añada la revelación— mediante nuestro conocimiento racional de qué es bueno», Rhon, p.331

FUENTE:
RHONHEIMER, Martin: La perspectiva de la moral, Ed.Rialp, 2000 MADRID

FUENTE AMPLIADA:
RHONHEIMER, Martin: La perspectiva de la moral Ed. Rialp, MADRID, 2000