RESUMEN:
Dworkin piensa que la mayoría de la gente que en los temas más comprometidos moralmente adopta uno u otro comportamiento, lo hace con la convicción profunda de que eso es lo mejor para él. Pero DE HECHO, no es así: la gente no se engancha en la droga o en el sexo convencido de que es lo mejor que pueden hacer con su vida.

TEXTUAL:
el enfoque de Dworkin depende de un dudoso juicio descriptivo según el cual las personas tienden a actuar, en las áreas que más generalmente tienen que ver con la legislación de la moral, partiendo de convicciones profundas y firmes acerca de lo que es valioso para ellas. Con la posible (e incluso entonces problemática y parcial) excepción de la homosexualidad, éste no es generalmente el caso. Creo que, muchas veces, las personas que usan la pornografía, frecuentan las prostitutas, o caen en la droga, etc., no lo hacen a causa de una convicción de que tales actividades sean valiosas para su realización humana. Más bien, son atraídas y enganchadas en tal conducta por impulsos emocionales, perspectivas de gratificar deseos incontrolados, hábitos y cosas por el estilo. Incluso cuando sostienen opiniones que favorecen tal conducta (en lugar de simplemente comprometerse con ella a pesar de su reconocimiento como inmoral, viciosa y en última instancia perjudicial para ellos mismos), es poco probable que las opiniones sean reflexivas o sostenidas con gran convicción.

FUENTE:
GEORGE, Robert: Para hacer mejores a los hombres (Libro) , , Ed.Ediciones Internacionales Universitarias, 2002 Madrid p. 103

FUENTE AMPLIADA:
GEORGE, Robert: Para hacer mejores a los hombres Ed. Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2002 (1993)