RESUMEN:
El hombre moderno sólo se identifica con el papel que quiera asumir en la vida social. No admite que la naturaleza le imponga nada, ni siquiera su propio sexo. Si la naturaleza no impone límites, entonces los que hay no son más que imposiciones socio culturales, de las que hay que despojarse. La igualdad radical del hombre y de la mujer no admite diferencia alguna. [en el fondo es el individualismo, que no termina de ver la necesidad de la diversidad para la unión armónica precisamente por se complementaria]
TEXTUAL:
p. 103 «Entonces se deduce, con lógica coherencia, que todo el ser y el obrar de la persona humana se reducen a pura funcionalidad, a simple cumplimiento de un papel: por ejemplo, el papel de "consumidor" o el papel de "trabajador", según los regímenes. En todo caso, se trata de algo que no se relaciona directamente con la diversidad sexual. No es casualidad que, entre las campañas de "liberación" que se han llevado a cabo en estos años se haya planteado la lucha por sacudirse la "esclavitud de la naturaleza", reivindicando el derecho a ser hombre o mujer según el capricho de cada uno, por ejemplo por vía quirúrgica, y exigiendo que el Estado haga constar en el registro civil esta voluntad autónoma del individuo. Debe advertirse a este propósito que el llamado "cambio de sexo" no afecta a la constitución genética de la persona interesada. Es solamente un artefacto exterior, con el que no se resuelven los problemas, sino que solamente se construyen realidades ficticias. Y no es tampoco casualidad que las leyes ; hayan adecuado con toda presteza a semejante reivindicación. Si todo se reduce a cumplir un "papel" determinado por la cultura, la historia, y no por la naturaleza inscrita en lo profundo del ser, también la maternidad es una simple función casual: y, de hecho, ciertas reivindicaciones feministas consideran "injusto" que sea sólo la mujer la que tenga que parir y amamantar. Y la ciencia no sólo la ley- tiende una mano: transformando un hombre en mujer y viceversa, como se ha visto; o separando la fecundidad de la sexualidad, con la finalidad de hacer procrear a capricho por medio de manipulaciones técnicas. ¿No somos acaso todos iguales? Entonces, si es necesario, se combate también contra la "desigualdad" de la naturaleza. Pero la naturaleza no se violenta, sin sufrir por ello las más devastadoras consecuencias. La sacrosanta igualdad entre hombre y mujer no excluye, sino que exige la diversidad.
FUENTE:
RATZINGER, Joseph: Informe sobre la fe (Libro) , , Ed.Biblioteca de Autores Cristianos, 1986 Madrid 103
FUENTE AMPLIADA:
RATZINGER, Joseph: Informe sobre la fe Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1986 (1985)
CLAVES: Sexualidad > Naturaleza humana y sexualidad > Efectos de la desvinculación