RESUMEN:
Hay tres modos de vanagloria: 1º Gloriarse de lo falso (de lo que no se tiene, o de lo que sí se tiene pero como si no se hubiera recibido); 2º Gloriarse de algo que realmente se tiene pero que fácilmente pasa (p.ej. de la belleza o de la salud); 3º Gloriarse de algo verdadero pero sin ordenarlo al fin debido: y esto puede ocurrir de tres modos: 3.1 Porque no se dirige a la gloria de Dios; 3.2 Porque no se dirige a edificar al prójimo; 3.3. Porque no se dirige a la propia utilidad para afianzarse en el bien.
TEXTUAL:
§5 Luego, según esto, la vanagloria puede decirse de tres modos: [1] De un primer modo, cuando alguien se gloría de lo falso, por ejemplo, del bien que no tiene; por lo que se dice en I Corintios, IV, 7: "¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?". [2] De un segundo modo, se dice vanagloria cuando alguien se gloría de algún bien que fácilmente pasa, según aquello de Isaías, XL, 6: "Toda carne es heno, y toda gloria como la flor del prado". [3] De un tercer modo, se dice vanagloria cuando la gloria del hombre no se ordena al fin debido. Pues es natural al hombre que apetezca el conocimiento de la verdad, porque por esto se perfecciona su intelecto: pero que alguien, por un conocerse apetezca su bien, no es un apetito de perfección; por lo que guarda cierta vanidad, en la medida que esto no es útil para algún fin.
Mas, la gloria del hombre puede ordenarse laudablemente a tres cosas. [3.1] Primero, ciertamente, a la gloria de Dios; pues al manifestarse el bien de alguien, es glorificado Dios, a quien pertenece principalmente aquel bien, como primer productor del mismo, por lo que se dice en Mateo, V, 16: "Brille así vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". [3.2] En segundo lugar, es útil para la salvación del prójimo, el cual, conociendo el bien de alguien, se edifica al imitarlo, según aquello de Romanos, XV, 2: "Cada uno de vosotros dé gusto a su prójimo en lo que es bueno para la edificación de éste". [3.3] De un tercer modo, la gloria del hombre puede ordenarse a la utilidad del mismo hombre, quien mientras considera lo bueno que otros admiran de él, da gracias de ello, y persiste en eso más firmemente; por lo que el Apóstol frecuentemente hace mención de los fieles de Cristo, de las bondades de los mismos, a fin de que persistan en ellos más firmemente. (...)
(...) Así, pues, alguien puede gloriarse vanamente, tanto de lo que tiene como de lo que no tiene, y tanto de bienes espirituales, como también de bienes temporales.
FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.9 [Sobre la vanagloria], a.1 [Si la vanagloria es pecado]
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)
CLAVES: Soberbia > Doble sentido: Raíz de toda inmoralidad y Vanagloria > Como Vanagloria