RESUMEN:
En realidad la pudicia es la misma castidad en cuanto que se ocupa del decoro que deben tener los actos y signos relacionados al acto conyugar, tales como besos, tocamientos, abrazos. En sentido estricto la castidad está más relacionada con el mismo acto conyugal.
TEXTUAL:
¿Pertenece la pudicicia, de un modo especial, a la castidad?
Solución. Hay que decir: Como dijimos antes (obj.2), el nombre de pudicicia procede de pudor, en el que va incluida la vergüenza. Por eso conviene que la pudicicia se ocupe propiamente de aquellas materias de las que más se avergüenzan los hombres. Y de lo que más se avergüenzan es de los actos venéreos, como dice San Agustín en XIV De Civ. Dei , hasta tal punto que incluso el acto conyugal, al que el matrimonio ennoblece, no deja de llevar consigo una cierta vergüenza. Esto sucede porque el movimiento de los órganos genitales no está sujeto al imperio de la razón, como lo está el movimiento de los otros miembros externos. Pero el hombre no sólo se avergüenza de esa unión venérea, sino incluso de sus signos, como dice el Filósofo en II Rhet.. Por eso la pudicicia trata de un modo propio lo venéreo y, como los signos externos son los que más se ven, se ocupa particularmente de miradas impuras, besos y tocamientos, mientras que la castidad trata más de la unión venérea propiamente dicha. De ahí que la pudicicia se ordene a la castidad no como virtud distinta de ella, sino en cuanto que se ocupa de una circunstancia especial. Pero a veces se toman indistintamente.
FUENTE:
Suma de Teología II-II, q.151, a.4
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología II-II (a) Ed. BAC, Madrid, 1995 (1271)
CLAVES: Templanza > Partes > Castidad y pudicia