RESUMEN:
Después de Sto. Tomás, sus sucesores se dividieron en dos líneas: los que consideraron que el fundamento de la moral era la obligatoriedad del fin último, y los que basaron sus argumentos -más fieles a Sto. Tomás- en el mismo atractivo que ejerce el fin último.
TEXTUAL:
(...) conviene subrayar una diferencia que posteriormente se estableció dentro de la escuela tomista en moral:
a) A pesar de su afán por permanecer fieles a santo Tomás, de hecho, muchos no retuvieron en el tratado de la bienaventuranza más que la ordenación al fin último. Prümmer definió la teología moral como la «parte de la ciencia teológica que juzga y dirige los actos humanos en orden al fin sobrenatural según los principios revelados» Manuale Theologiae Moralis, t. 1, n. 2. E. Dublanchy escribió en el artículo «Moral» del Diccionario de Teología Católica: «Siguiendo la definición de santo Tomás, la teología moral tiene por objeto el estudio de los actos humanos considerados según su relación de conveniencia o de inconveniencia con el fin último sobrenatural que Dios quiere obligatorio para todos los hombres...». Esta última cita indica claramente la razón de la eliminación de la bienaventuranza: la ordenación al fin último, que se puede considerar como establecida por la voluntad divina, permite fundar objetivamente sobre ella la obligación, y concordar así con una moral de la obligación. Por el contrario, el deseo de felicidad parecía demasiado subjetivo y, como veremos, es siempre descartado por las morales de la obligación o del deber.
Estas exposiciones de la moral de obediencia tomista permanecen, pues, pese a todo, en la línea de las morales modernas de la obligación. Sin duda, teóricamente, siguiendo a santo Tomás, darán preferencia a la división de la materia según las virtudes; pero en sus tratados de las virtudes se ocuparán sobre todo de estudiar las obligaciones que en ellas se fundan.
b) Para santo Tomás, siguiendo a Aristóteles y a los Padres, la cuestión de la felicidad es innegablemente la primera cuestión de la moral. Es natural a todo hombre; engendra la cuestión del fin último, que supone ya una cierta reflexión, como lo indica su formulación más abstracta. La cuestión de la verdadera felicidad pertenece, pues, de acuerdo con santo Tomás, a lo más principal de la teología moral, a su definición. Expresa la inclinación primitiva hacia la verdad y el bien, que vendrá a fortificar las virtudes por el recto ejercicio y la experiencia adquirida en los diferentes dominios del obrar.
FUENTE:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana, Ed.Eunsa, 2000 Pamplona INTRODUCCIÓN, Cáp. I, ¿Qué es la teología moral? A la búsqueda de una definición. 1. Diferentes definiciones... , pp. 29-30
FUENTE AMPLIADA:
PINCKAERS, Servais: Las fuentes de la moral cristiana Ed. Eunsa, Pamplona, 2000 (1985)
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