RESUMEN:
El ocio se goza por razón del trabajo: porque nos permite trabajar mejor, que es donde gozamos, porque el gozo es causado por una operación connaturan no impedida.
TEXTUAL:
3. A la tercera hay que decir: Las operaciones son deleitables en cuanto son proporcionadas y connaturales al operante. Ahora bien, siendo finita la potencia humana, la operación le es proporcionada según una cierta medida. De ahí que, si excede esa medida, ya no le será proporcionada ni deleitable, sino más bien penosa y tediosa. Y en este sentido, el ocio, el juego y otras cosas que se refieren al descanso, son deleitables en cuanto quitan la tristeza que resulta del trabajo.
FUENTE:
Suma Teologica, I-II q.32, a.1, ad.3
FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Suma de Teología, I-II Ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1989
CLAVES: Trabajo > Y ocio